Homogeneizando

Texto: Manuel Pedrosa.

Fotos: Autor.

Habréis notado que la manera de cazar sufre una evolución paralela a la edad del cazador  y que suele ir, salvo excepciones, de la cantidad a la calidad.  Es decir, lo mismo que en otros aspectos de la vida, a medida que el cazador va cumpliendo años, valora cada vez más la estética e intensidad de cada lance sobre la cantidad de los mismos. Y el concepto de estética, en el mundo del perro de caza tiene variados matices paralelos a los diferentes gustos y preferencias de caza cazador. En mi caso particular, que cazo con podencos andaluces, la homogeneidad de los perros que están cazando conmigo, en cuanto a apariencia física, - incluso les pongo idénticos collares – estilo de caza, forma de latir,… en definitiva, que formen una orquesta – que suelen ser un trío o a lo sumo sexteto por cuestiones legales en Andalucía  -  afinada y conjuntada, agradable al oído y, por supuesto también a la vista.

En aras de conseguir esa homogenización, lo normal que suelen hacer los criadores de perros es usar – y a veces abusar- de la consanguinidad, cruzando por ejemplo abuelo x nieta o tío x sobrina, siendo estos ejemplares muy parecidos entre sí y adaptados al perfil que queremos buscar. Otro camino, más largo y complicado, pero libre de consanguinidad, es buscar con paciencia hembras que se parezcan físicamente y en el estilo de caza y cruzarlas con un mismo macho, también de similares características o intentando que aporte o complemente las que tienen las hembras.

En mi perrera intento mantener dos líneas bien definidas en mis hembras. Una línea de podencas de cazar cercano, que hagan parada, rápidas y con buen cobro, para dedicarlas a la caza en salto de pelo y pluma y por supuesto, que también se integren en la recova cuando haga falta un buen número de perros para batir zonas amplias de espesura. De este tipo tengo dos hembras muy similares físicamente, pero que no tienen consanguinidad. Son mi ‘Mora’ y mi ‘Kira’. Las saco al campo con collar azul.

Por otro lado, también realizando cruces oportunos, he conseguido otras dos hembras, mi ‘Gineta’ y ‘Encarnita’, muy similares entre sí, tanto físicamente como en estilo de caza. Estas laten al rastro, siguen muy bien la huida de la pieza de pelo y tienen más recorrido en su búsqueda. Son ideales para batir grandes zonas de espesura, y echar las piezas de pelo hacia las posturas. Son las de collar verde. 

Cierto es que estas dos hembras no se parecen tanto a las otras dos como entre ellas. Pero me planteo dejar las líneas así, para que se vea a simple vista, que lo mismo que son diferentes en el físico, también lo son en su estilo de caza. Os pongo unas fotos de las cuatro perras de que os he hablado, y de ‘Gineta’ y ‘Encarnita’, con sus cachorras respectivas de este año, que se parecen a sus respectivas madres, lo cual me indica que la descendencia, al menos con el mismo macho, va conservando las características físicas – las de campo están por ver esta temporada – que tienen sus ascendientes. Estos indicios dan tranquilidad al criador de que el camino elegido parece el correcto.

Comentarios   

#2 mounir ghorri 04-12-2014 17:18
sin duda un de las mejores perreras de toda españa hablando de podenco andaluz, pues mi ha ofrecido el mejor podenco andauz de mi vida el INDIO.
gracias gran amigo manuel.
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#1 Luis García 03-11-2014 07:20
Efectivamente, Manuel, el gusto por las formas, el modo de hacer, da un punto de belleza adicional al resultado. También sucede, claro está, en la caza.

Tu equipo canino es pata negra,. Gracias a él yo he descubierto lo distinto que pueden cazar los podencos y lo mucho que se puede disfrutar viendo a un podenco levantador, como la Mora que es la madre de mi Pepa, y uno de castigo, como tu Gineta, a quien he visto protagonizar lances extraordinarios. Enhorabuena
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