¿Con las manos vacías?
En la caza, como en la vida, solemos a ofrecer a los demás sólo nuestro mejor perfil y tendemos a ocultar, cuando no directamente a falsear, aquellos aspectos o momentos que quedan lejos de los focos. Ejemplo claro de esto que digo es el Facebook, que no deja de ser, en muchos casos, un muestrario de alardes, de felicidades de polaroid y de falsas amistades que en muchos casos son inventadas.
Al hilo de lo anterior, vengo a aquí a decir que el pasado domingo me marqué el tercer cero de la temporada. A diferencia de los dos anteriores, el domingo no disparé, y los tres cartuchos que llevaba dentro de la escopeta, igual que entraron, volvieron a salir cinco horas después. Sin embargo, no me aburrí, pues uno ya tiene experiencia en perchas sin peso y sabe que la caza, como le sucede a la vida, tiene muchas formas de disfrutarse que no necesariamente pasan por un conteo final de piezas abatidas.
El domingo fue un día para disfrutar de las ladras estériles tras los corzos, de largos e infructuosos seguimientos de nuestros podencos a los conejos de un inmenso e inextricable jaral, de comprobar por qué hay perdices salvajes a estas alturas de la temporada y de sentir cierta secreta complicidad al ver cómo han refinado sus tácticas de defensa y escape para echar por tierra la labor de una mano bien llevada.
Fue un domingo para reconocer el lujo del trabajo sin desaliento de nuestros podencos, cuya ciega pasión por la caza no necesita necesariamente de un conejo entre los dientes para seguir viva. Por último, también fue un día para recordar las dos liebres sobre las que pude disparar y no lo hice. Hay tan pocas donde yo cazo, que me bastó con apuntarlas sin meter el dedo en el gatillo. Ese dejar pasar, también tiene su punto.
Os dejo un pequeño vídeo sin mucho valor cinematográfico pero que sirve para que os hagáis una idea de los jarales que estuvimos cazando por ver si guardaban alguna perdiz. Podréis ver cómo mi Jara marca el rastro de un conejo que llegué a pensar que tenía en mis pies. No fue así.